Después de una semana decido llamar a Mario retando al destino y Manolo me enseñará a aguantar la respuesta. Continuación de Fiesta en Casa II. Después de una semana sin coger coincidió una tarde de martes que estaría solo todo el día, no sabía qué hacer, es decir me encanta la verga, pero en sí no me ha salido muy bien buscar desconocidos. Pero entre mis pensamientos recordé a Mario, con él era algo diferente. Me decidí y le mandé mensaje. -Hola, soy el sobrino de Manolo. Estoy solo en casa, no sé si quieras venir. *Ubicación enviada* – pensé en borrar le mensaje, pero ya era tarde. -Hola, pensé que nunca me hablarías. Me parece bien, llego en 1 hora, me gustaría verte desnudo cuando llegue. Con calma me preparé, Me di un baño y me quedé sin nada. El tiempo pasó hasta que sonó el timbre y me asomé por la mirilla. Era Mario con una camisa y un pantalón de mezclilla con una notoria erección Abrí sin vergüenza y lo recibí con calentura, pero con algo de interés genuino, ...
No olvidé los relatos que hacía antes, lo que pasa es que tuve muchos contratiempos y apenas estoy retomando mis proyectos. Hay que leer Fiesta en Casa I. De pronto empiezo a sentir un dolor en mi culo anormal, que me hizo despertar solo para tomarme con el hijastro mayor de mi tío, y cuando estaba a punto de gritar, ágilmente me tapó la boca –Shh, ayer bien que te gustaba esto- me escupía mientras me mostraba su celular, una foto de Manolo y yo anoche, eran ellos los que estaban afuera. -Te vas a portar bien si no quieres causar problemas zorrita- [Continuará] -Que culo tan paradito tienes, si me vas a aguantar, sabes, mi hermano y yo estamos solos y muy calientes, pensamos que habría chicas que podríamos convencer, pero pues una puta a nuestro antojo es mejor- Me decía el más grande. Los hijos de Karla eran Carlos y Mario. El mayor y el menor respectivamente, y mientras el primero tomaba el mando el segundo salía del cuarto a ver quién quedaba en casa. Carlos tiene un porte de d...